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“Viajó y marchó por las victimas”

Teresita Gaviria,  “Ver que las otras tenían un dolor más grande me fortalecía” 

 

Presidenta de la Asociación Madres de la Candelaria, ganadores en 2006 del Premio Nacional de Paz. Es una víctima más que trabaja por todos los desaparecidos.

 

¿Por qué empezó la Asociación Caminos de Esperanza Madres de la candelaria?

 

“Éramos finqueros en Urabá y me desaparecieron varios hermanos y con la de mi hijo crearon un detonante, para invitarme a decir no más. Conocí mujeres en grandes marchas en contra del secuestro pensé que debíamos unirnos y luchar juntas, no pude aguantar más. A medida que el tiempo avanzaba las victimas iban llegando y eso me reconfortaba, me di cuenta que este dolor no lo estaba padeciendo sola. Por lo menos ya tenía compañeras y eso fue lo que más me reanimo.

No tuve una atención psicosocial, me la di yo misma. Tuve la oportunidad de ir a Argentina y conocer las Madres de la Paz en mayo, Estelita Carloto, líder  me dijo “boluda no dejes tirado la ausencia de tu hijo” y eso me quedó marcado. Le dije es cierto, y ahí fue donde comenzamos a organizar y a no dejar impune la desaparición forzada en este país”.

 

¿Cómo fue ese inició y cuantas eran?

 

“Comenzamos con siete madres, nos reuníamos debajo de un árbol en el Parque Berrio, porque nadie nos quería dar permiso en ningún lado. En 1999 le pedimos al Gerente del Metro de Medellín, que nos dejara reunirnos en las graderías de la estación Parque Berrio y me dijo ¡no!, que no le ensuciara las graderías con esas porquerías, las fotos de mi hijo estaban ahí y esa fue la peor humillación porque él no era una porquería. De una u otra manera nos habíamos convertido en un objetivo militar, nos mataron una lideresa y ese era el fin de esto, matarnos a todas.

 

Recuerdo que cuando nos negaron la parada en el Parque de Berrio, acongojadas y confiadas nos pasamos para la iglesia de La candelaria”.

 

Dentro de todas las historias, ¿cuál ha sido la que más le impactó?

 

“Lo que más me impacto era la forma en cómo iban llegando las mujeres contando cómo mataban a sus familiares. Hubo un caso de una madre que le cortaron el estómago a su hija y le sacaron el bebe que llevaba en el vientre, y para colmo a su otro hijo lo partieron a la mitad; me impacto mucho. Por eso nosotros optamos por hablar de reconciliación para sanar esas heridas que aunque son insanables, nos llevan a perdonar lo imperdonable, esta terapia nos ayuda a enseñarles a las mujeres que lleguen que tienen que hablar, porque llegamos mudas. Algunas mujeres gracias a los momentos que les ha tocado vivir, han sufrido enfermedades que las  conducen a la muerte, por eso es mejor hablar, para que no se enfermen”.

 

¿Qué es un platón y qué hacen allí?

 

“Primero empezamos con las paradas, cuando fui Argentina las Madres de la Paz me dijeron que lo que ellas hacían era un plantón y cuando llegue aquí le dije a las mujeres que lo que hacíamos ya no se iba a llamar paradas sino plantón. Esto es que las mujeres se paran en cierto espacio donde hay debilidades, así sea la institucionalidad. Uno que hicimos por ejemplo fue cuando llegó Vivían Morales a Justicia y Paz, ella paro las exhumaciones y entonces le hicimos un plantón invitándola al dialogo, a la convivencia y a que ella no podía estar en contra de las víctimas, cuando los paramilitares nos habían enterrado el alma.

 

Algunas veces esos plantones los hacemos en silencio pero en otras ocasiones lo hacemos gritando, diciendo que no es justo que tengan desaparecidos a nuestros hijos, nos acompañamos con pancartas y fotos.

Otro ejemplo, fue cuando hicimos uno al lado de la Casa de la Memoria porque estaban violando a muchos niños en el parque.

 

A los plantones vamos preparadas pues nos han escupido, y andamos con una toallita cada una, nos tiran piedras, nos dan bala y han matado a dos mujeres. A una la mataron cuando venía para el plantón y la otra no le restituyeron sus tierras y se fue para su casa y como la habían visto en el plantón la mataron. También han puesto a los habitantes de la calle a que orinen en vasos y nos lo tiran por detrás”.

 

¿Cómo lograron tener este espacio y donde están en este momento?

 

“Con el Premio Nacional de Paz compré la oficia y me gane un pleito con el Inder y compramos la otra para forma una en dos. Yo no podía comprar una vivienda digna para mi familia, pero si esta oficina para reunirme con “mis muchachas”.

 

¿Cómo se enteran de los eventos a los que asisten?

 

“Ha sido tan fructífera la alianza con la academia que cuando hay eventos son ellos mismos los que nos avisan y cuando no nos invitan a cierto evento de todas formas vamos. Nosotras vamos a toda clase de eventos y lugares sin importar el riesgo, si nos dicen, hay que ir a Santo Domingo Sabio, yo voy con mis muchachas porque esa es la resistencia que hay que hacer.

 

Hay organizaciones aquí en contra del proceso de paz y reconciliación, en ocasiones nos dicen que nos tenemos que ir del lugar donde nos encontramos, y lo hacemos pero nos venimos para la iglesia de La Candelaria a seguir con nuestro plantón”.

 

¿Les han propuesto que se unan a otro tipo de marchas o manifestaciones?

 

“Hay gente que viene a decirnos que los apoyamos en cosas imposibles, como por ejemplo a tomarnos la Alcaldía y quebrarla, tomarnos la Gobernación y quebrarla, o por el contrario decirnos que en determinado lugar va a pasar la comitiva del Gobernador y que pongamos en la mitad de la calle un palo con dos niños; eso jamás. Eso es la guerrilla que nos quiere utilizar. Y entonces para no tener problemas, les digo con mucha dulzura que no podemos hacerlo, trato de sensibilizarlos a ellos, de decirles que no puedo porque en ese momento tengo otra actividad.”

 

¿Cuáles son los logros más satisfactorios que han tenido?

 

“Haber logrado realizar un diagnóstico rápido para saber dónde había necesidad de que las mujeres estudiaran, porque la mayoría de ellas llegaron completamente iletradas; en 15 días se gradúan 8 mujeres y tengo 122 graduadas, unas hasta quinto de primaria porque ya no les da la cabeza para más, pues algunas están muy viejitas.

 

También hemos logrado que otras terminen su primaria y que aprendan a leer y a escribir. Algunas pudieron hacer su bachillerato y técnica y pudimos ponerlas a trabajar. Metimos a los niños huérfanos y víctimas de la violencia a unos internados que me brindo la iglesia de La Candelaria. Realice un evento llamado la Comida de Mamá, donde invitamos a niños huérfanos de la guerra y les hicimos un sancocho como ellos lo pedían, eran alrededor de la olla cuidándola, a la semana siguiente hicimos una frijolada. En materia de lo que realizamos nuestro gran logro es que nos han entregado 93 desaparecidos”. (Ver Video)

 

¿Cómo fue su participación en La Habana? ¿Qué logros obtuvo?

 

“En los diálogos de paz en La Habana conté la experiencia de mi organización, ellos eran muy atentos conmigo, dije que mi padre había muerto de un empalamiento y ellos dijeron que eso solo lo utilizaban los paramilitares, y eso es cierto porque todo eso se investiga.

 

Después Iban Márquez me dijo “Teresita nosotros la tenemos a usted como un icono en Colombia, porque usted nos reclamaba pero no nos ofendía, Dios le pague, la tenemos en el alma. Queremos que usted haga parte de la Comisión de la Verdad; yo le debo mis respetos y debo tratarla con dignidad al igual que a su grupo, les debo a ustedes la confesión de muchas responsabilidades que pronto haré”.

 

El señor Sergio París me dijo “Me le quito el sombrero señora”. Jesús Santrich me dijo “No la abrazo Doña Teresita porque es indigno sin pedirle perdón públicamente, yo abrazarla”, me felicitaron mucho rato y hable mucho con ellos, y ellos aceptaron muchas de las responsabilidades”.

 

¿Qué es la red PASIVI?

 

“PASIVI es la atención psicosocial que se le brindan a las víctimas del conflicto armado, son medidas de reparación que ofrecen programas de atención psicosocial y salud integral a las victimas individual, familiar y comunitario”.

 

¿Cómo ve proyectada la asociación  en 5 años?

 

“Para dentro de 5 años espero de este lugar que sigamos trabajando en materia de fortalecimiento, que seamos unas mujeres formadas académicamente y yo seguir insistiendo en esa formación.

 

Segundo que mis mujeres desarrollen todas sus actividades en cuanto a manualidades; que todas las mujeres estén capacitadas, tenemos mujeres que se están formando en derechos humanos, otras que trabajan sobre la formación académica, es decir, yo quiero que todas las mujeres de aquí, de Antioquia no digan “es que yo no sé leer” porque yo quiero que Las Madres de La Candelaria sean un referente, que las demás vean que ellas a pesar de su dolor pensaron en su bienestar y en le dan valor a la vida, para mí eso es lo más importante”.

 

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