Deborah Parkin fotógrafa que reconoce sentir fascinación por la infancia y sus recuerdos. Parkin, fotografía a sus hijos y a los de sus vecinos pero su metodología de trabajo hace que el resultado sea diferente y en nuestra opinión se presente atractivo. Uno de los métodos utilizados por la artista es la técnica del coliodón húmedo que es un proceso que requiere sosiego, que es la antítesis de la “desesperación” por interactuar con el entorno y la maravillosa presión que ejercen los niños. Con la voluntad de ofrecernos esos momentos de quietud y su distanciamiento del mundo de inmediato, la artista consigue unas imágenes cargadas de magnetismo, con un punto de agradable misterio, apoyado en muchas ocasiones por ese entorno natural y rural que las dota de una cierta magia.